18 de Diciembre dia del Migrante

A lo largo de la historia, la migración ha sido una valiente manifestación de la voluntad del ser humano de sobreponerse a la adversidad y tener una vida mejor. Hoy en día, la globalización y los avances en las comunicaciones y el transporte han hecho que aumente considerablemente el número de personas con el deseo y los medios para trasladarse a otros lugares.

LA MIGRACION EN LA ACTUALIDAD

El número total de migrantes internacionales ha aumentado desde unos 175 millones en 2000 a 232 millones de personas en la actualidad.La migración está ahora distribuida de una forma más amplia en más continentes. Los diez primeros países de destino reciben una porción más reducida del total de migrantes que en el año 2000.

49% de los migrantes a nivel mundial son mujeres.

Uno de cada diez migrantes tiene menos de 15 años de edad.

El impacto del flujo de remesas es también significativo y alcanzó 401.000 millones de dólares el pasado año, casi cuatro veces más que los 126.000 millones de asistencia oficial al desarrollo.

El atractivo de obtener un trabajo bien remunerado en algún país rico constituye un poderoso incentivo para la migración internacional, y que se ha intensificado a medida que aumentan las diferencias de ingresos entre los países. Esto también se observa dentro del grupo de los países en desarrollo, entre los más pujantes y los menos dinámicos.

Muchas economías avanzadas y dinámicas necesitan trabajadores migrantes para realizar trabajos que no pueden contratarse externamente y que no encuentran candidatos locales dispuestos a hacerlos. El envejecimiento de la población también es un factor importante al provocar un déficit de trabajadores en activo. A medida que las nuevas generaciones adquieren más formación, son menos los que se contentan con empleos escasamente remunerados.

Los migrantes mantienen la viabilidad de actividades económicas que, de no ser por ellos se externalizarían. Al aumentar la población activa y el número de consumidores y aportar su capacidad empresarial, los migrantes impulsan el crecimiento económico en los países de acogida.

Conscientes del tratamiento que reciben las personas migrantes tanto en los medios de comunicación, como en las decisiones sociales o políticas de cualquier orden (se habla de intensidad de flujos, de avalancha de inmigrantes que llegan a las costas, de número de inmigrantes
integrados o, más aún, “integrables” en un determinado espacio social, de número de inmigrantes insertados laboralmente o atendidos en una asesoría jurídica), consideramos que hay que abordara la realidad migratoria desde el punto de vista de las personas, más allá de su condición o circunstancia vital asociada a la migración. Así, la migración constituye su circunstancia, pero no su identidad. La persona migrante es digna y merecedora de algo más que de “accesos” que de forma pasiva le son concedidos –y no en todos los casos-: formación, posibilidades de trabajo, vivienda, sanidad… Si todo ello es de justicia en un Estado de derecho, no lo es menos que todos y cada uno de los que conviven en un mismo espacio social se sientan tratados como tales, como personas, y no como meros usuarios, o receptores, sin más, de determinados servicios específicos que, según se ha establecido, son las condiciones para garantizar la adaptación –por utilizar un término genérico- a su nuevo contexto sociocultural.

Por todo ello es fundamental educar en la diversidad, la convivencia, el respeto y la tolerancia.

 

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