Aqui os dejamos el texto de este año por el #DLIJ.
En mi más tierna infancia me gustaba construir casitas con bloques y todo tipo de juguetes, solía usar como tejado libros infantiles ilustrados; en sueños, subía hasta el interior la casa, me acostaba en la cama hecha con cajas de cerillas y contemplaba las nubes o el cielo estrellado, todo dependía de la imagen que más me gustase.
Instintivamente, seguí la ley de vida de todo niño que busca inventarse un ambiente cómodo y seguro, para conseguirlo, un libro infantil fue de auténtica ayuda.
Después me hice mayor y aprendí a leer, en mi imaginación, un libro comenzó a parecerse más una mariposa o incluso un pájaro, que a un tejado. Las páginas del libro eran como alas y susurros. Era como si el libro situado en el alféizar saliera volando inesperadamente por la ventana abierta hacia espacios desconocidos. Lo cogí, lo empecé a leer y el libro se tranquilizó. Después lo seguí a través de otros mundos y parajes, mientras mi universo imaginario se iba extendiendo.
¡Qué alegría tener un nuevo libro en mis manos! Al principio no sabes de qué trata, te resistes a la tentación de abrirlo por la última página, ¡y qué bien huele! No es posible descomponer su olor: tinta, pegamento… no, no lo es. Tiene un aroma especial a libro, uno excitante y único. Las puntas de algunas páginas se pegaban como si el libro no se hubiera despertado aún, se despierta cuando lo empiezas a leer.
A medida que vas creciendo el mundo de alrededor se va complicando. Te enfrentas a cuestiones que incluso un adulto es incapaz de resolver. Sin embargo, es conveniente poder compartir las dudas y los secretos con alguien, por tanto aquí es cuando el libro viene en tu ayuda. Probablemente muchos de nosotros nos hemos planteado: ¡yo he escrito este libro! Y el personaje favorito de pronto parece ser como tú. Vive los mismos problemas y los trata con dignidad; otro personaje no se parece a ti en nada pero quieres que sea como tu ideal, pretendes ser tan valiente y capaz como él.
Me hace reír cuando un chico o una chica dice “no me gusta leer”, no les creo, seguro que toman helado, juegan y ven películas muy interesantes. En otras palabras, les gusta divertirse. La lectura, frente el desarrollo de los sentimientos y la personalidad, no es una tarea tan agotadora, si bien, ante todo, es un gran placer.
¡Precisamente, esta es la intención de los autores que escriben libros para niños!
Escrito por Sergey Makhotini Traducido por Yana Shvedova Ilustrado por Mikhail Fedorov
Como siempre Olacacia, os recomienda algunos libros para viajar, conocer, experimentar y aprender en valores de Tolerancia, Diversidad y Derechos Humanos.
Déjame en Paz Yo soy de Colores ¿y tú?. La mudanza de toda mi familia: mis madres, mis hermanos y mi perro a Citygris no resultó ser lo que me imaginaba. Una ciudad gris, todo era de ese color, hasta las personas eran grises y el colegio era igual; mi presencia no gustaba y se metían conmigo llamándome ¡Colorines, colorines!. Un cuento para abordar el acoso escolar en edades tempranas y la diversidad familiar. Con un símil de temperas mágicas, se pretende plantear que la persistencia, el compromiso y la implicación hacen que la Tolerancia sea el eje vertebrador de las relaciones.
El Dedo Mágico. El Dedo Mágico es la historia de una niña de ocho años con un poder muy especial: cada vez que se enfada, su dedo mágico lanza castigos sorprendentes… transforma a las personas en animales. Aunque los Gregg son sus amigos, a ella no le gustan nada que sean cazadores. Así que un día, apunta con su dedo a los Gregg y ¡los transforma en pájaros! ¿Cómo será vivir como los pájaros?.
Gigantísima es la historia de una niña que tendrá una hermanita pequeña, pero antes de saber esto un malentendido la hace creer que quien llegará a casa será… una gigantita!
La ladrona de libros. En plena II Guerra Mundial, la pequeña Liesel hallará su salvación en la lectura. Una novela preciosa, tremendamente humana y emocionante, que describe las peripecias de una niña alemana de nueve años desde que es dada en adopción por su madre hasta el final de la guerra. Su nueva familia, gente sencilla y nada afecta al nazismo, le enseña a leer y a través de los libros Rudy logra distraerse durante los bombardeos y combatir la tristeza. Pero es el libro que ella misma está escribiendo el que finalmente le salvará la vida.
El cazador y la Tribu de los Lazulis. El cazador que un día fue cazado y se hizo vegetariano.Cuento infantil antiespecista, que pretende mostrar que con diálogo, empatía y compresión, y una apuesta por otro modelo de ver las cosas y por otro modelo de sociedad, se puede llegar a conseguir el cambio.
Los nombres robados. Los nombres robados es un relato tan poético como crudo sobre el acoso escolar, que busca romper la indiferencia del lector.
Paso a paso. Una historia sobre un niño, una elefanta y un campo minado. Información sobre minas antipersona: Naciones Unidas estima que hay más de 110 millones de minas antipersona activas “sembradas” en más de setenta países. La mayoría está en el sudeste de Asia. Camboya, Laos, Birmania y Tailandia están entre los más afectados. Cientos de personas mueren o resultan heridas a diario por minas mientras desarrollan su vida cotidiana. Los animales que viven allí y ayudan en trabajos agrícolas y de recolección también se ven afectados por las minas, especialmente los elefantes asiáticos.