Que todos los habitantes del mundo, independientemente de donde residan, vivan en un lugar seguro y con paz es uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos.
Desde el día 24 al 30 de octubre es la Semana del Desarme, promovida por la Asamblea General de las Naciones Unidas y en la que se invita a todos los países al desarme, así como a poner en relieve el peligro que representa la carrera armamentista.
Países en guerra, comercio de armas, inseguridad, violencia… Estas son sólo algunas de las circunstancias que giran en torno a la carrera armamentista y que se traduce en problemas que afectan a personas de todo el mundo, sobre todo civiles. Hay que recordar que la guerra no sólo deja víctimas en los combates directos, sino que las enfermedades y malnutrición se agravan por los conflictos bélicos.
Desde Librería Olacacia queremos sumarnos a esta Semana del Desarme proponiendo lecturas infantiles y juveniles sobre el drama de la guerra.
GRITO POR VER LA LUZ Mientras que en Europa la familia de Martín vive en la opulencia, en África, el joven Mbulu sobrevive en medio de una guerra civil. La comodidad de Martín es posible porque en algún lugar alguien muere por culpa de las armas con las que trafica su padre. Pero las dos caras de esta moneda tienen un punto de unión, y la venda de los ojos de la familia europea caerá para mostrar una realidad, si no más amable, si más esperanzadora, al menos para Mbulu.
ASMIR NO QUIERE PISTOLAS Asmir es un niño musulmán que vive en Sarajevo, ciudad que la guerra ha convertido en un verdadero infierno. Junto a su hermano, su madre y su abuela, consigue tomar un avión que los lleva hasta Belgrado. Sin embargo, su padre ha tenido que quedarse atrás… y ellos sólo estarán a salvo cuando lleguen a Viena. Asmir odia la guerra.
CUANDO LOS OGROS SE QUEDAN SOLOS Un abuelo explica a su nieto, a partir de los hechos vividos en su niñez, cómo las personas pueden convertirse en ogros, cómo los ogros imponen su autoridad y cómo los ogros, finalmente, no son más que hombres que han renunciado a pensar. De esta manera intenta explicar el exterminio judío sucedido durante la Segunda Guerra Mundial, y también el posterior juicio a los dirigentes nazis responsables: cómo unos hombres que querían cumplir órdenes, no se detuvieron a reflexionar sobre las consecuencias de sus actos y acabaron llevando a cabo actos crueles y totalmente imperdonables.
EL FESTÍN DE LA MUERTE Da igual de dónde seas o a qué te dediques. Da igual que estés en Polonia, en Alemania o en Rusia; que seas un niño o un adulto, una promesa del fútbol o un soldado enrolado a la fuerza. Ni las balas ni las bombas hacen distinciones y, quien dispara, a veces también es una víctima. Esta es la historia de esas personas anónimas que, en la Europa de 1939, fueron arrastradas al festín de la muerte. EL FESTÍN DE LA MUERTE, ganadora del Premio Gran Angular 2012, es una novela sobre el horror de la guerra; sobre la vida de hombres y mujeres que se ven forzados a participar en ella o a sufrir sus consecuencias. Una novela que deja entrever algo distinto al odio en el corazón de esas personas. También disponible en versión digital.
EL PRINCIPIO Pese a los efectos crueles y devastadores de una guerra, este relato poético contado desde la infancia y que nos transporta con todo detallismo hasta donde estallan las bombas, es un mensaje de esperanza. Una historia con luz, con un principio que inicia una familia después de vivir una guerra que lo arrasado todo. Esta obra sensible y tierna es también un homenaje al libro como herramienta pacífica.
FERDINANDO, EL TORO Hay muchos libros infantiles, pero pocos, muy pocos, que después de más de 60 años de su primera publicación, sigan atrayendo y conmoviendo. Uno de estos es Ferdinando el toro. El texto de Munro Leaf fue publicado en plena guerra civil española, como una bella aportación a la causa de la paz. Las ilustraciones de esta edición son muy posteriores: su autor, Werner Klemke, recibió por ellas el Premio Manzana de Oro de la Bienal de Bratislava. Pasaron los años y Ferdinando el toro, que prefería oler las flores, sentado debajo de una encina, en lugar de competir con los otros toros en fiereza, mantiene no sólo la calidad de una gran belleza plástica y poética, sino que vuelve, una y otra vez, y, lamentablemente, a ser actualidad. Considerado como un canto al pacifismo e incluso a la desobediencia civil o la disidencia, su publicación fue prohibida en la Alemania nazi y en la España de la guerra civil y la postguerra.