El día de África se celebra todos los 25 de mayo, y se puede celebrar en los sitios más dispares del mundo; queremos hacer mención al día porque es necesario comprender, conocer y apreciar a África para tomar medidas, para ayudar, para posicionarse.
África es el segundo continente más grande del planeta, con una superficie de 11,7 millones de millas cuadradas (30,3 millones km²). Como es de esperar para una gran masa de tierra, es el de una increíble variedad de climas, culturas, animales y plantas. Hay 53 países de África y aproximadamente un billón de personas. África es ampliamente reconocido como el continente donde evolucionaron primero los seres humanos, los afrodescendientes están por todos los países del planeta.
Los desiertos, selvas y llanuras de África son el hogar de algunos de los animales más extraordinarios de la Tierra. El elefante africano es el más grande animal terrestre del mundo. La jirafa es el animal más alto de la Tierra. El guepardo es el animal terrestre más rápido del mundo. El gorila es el primate más grande de la Tierra.
El continente africano también es rico en materias primas: petroleo, piedras preciosas,… y ha sido colonizado y expoliado durante siglos. En la actualidad matinene problemas de pobreza crónica, hambrunas, nutrición; agua, higiene y saneamiento; tiene carencias en la educación y protección infantil, tiene economías vulnerables, mantienen guerras; democracias débiles y en algunos lugares retornos a sistemas dictatoriales; aunando la vulneración de derechos humanos, libertades e igualdad; (las mujeres y los niñ@s no existen como tal).
Por ello desde Olacacia, queremos mostrar parte de este poliedro africano; porque solo el conocimiento abre nuevas posibilidades, genera alternativas e incide directamente sobre el desarrollo en sus múltiples vertientes, de ahí que sea necesario que ese Conocimiento sea construido entre todas y todos, desde todos los espacios y vivencias, poniendo en valor las contribuciones africanas.
ME LLAMO NELSON MADELA. Este libro forma parte de una colección dirigida a niños y niñas a partir de los 9 años. En cada volumen, un personaje célebre, de relieve universal, relata su vida y su obra. En este caso será Nelson Mandela quién nos abra las puertas de su vida.
MIS CUENTOS AFRICANOS. Nelson Mandela recoge en esta magistral antología los cuentos más bellos y antiguos de África. Es una colección que ofrece un ramillete de entrañables relatos, pequeñas muestras de la valerosa esencia de África, que en muchos casos son también universales por el retrato que hacen de la humanidad, de los animales y de los se res fantásticos.«Está la liebre», observa Mandela en el prólogo, «una pilluela muy ingeniosa; la hiena, que es la perdedora de todas las historias; el león, el jefe de los animales y quien les da regalos; la serpiente, que inspira miedo y a la vez es el símbolo del poder sanador; hay también hechizos que pueden acarrear la desgracia o conceder la libertad…». Todos los cuentos, además, están maravillosamente ilustrados en color por 16 artistas africanos. «Es mi deseo que la voz del narrador de cuentos nunca muera en África, que los niños nunca pierdan la capacidad de ampliar sus horizontes del mundo con la magia de los relatos.» Nelson Mandela
WANGARI Y LOS ARBOLES DE LA PAZ. De pequeña, en Kenia, Wangari vive rodeada de árboles. Cuando crece comienza una masiva deforestación y Wangari teme que pronto todo el bosque sea destruido. Entonces decide sembrar nueve arbolitos. Así comienza la historia de Wangari Maathai, ambientalista y ganadora del Premio Nobel de la Paz.
NELSON MADELA. Kadir Nelson explica la historia de la determinación de un joven para cambiar Sudáfrica y la lucha de un hombre que finalmente se convirtió en el presidente de su país, porque creía en la igualdad de las personas cualquiera que fuese el color de su piel. Los lectores se inspirarán en el triunfo de Mandela y la lucha que llevó a cabo durante toda su vida para que nuestro mundo fuera un lugar más justo.
AFRICA EN EL CORAZON. Diko es un joven dowayo de Camerún que, fascinado por el paraíso europeo y empujado porla crudeza de su cotidiano vivir, se decide a “quemar” las barreras que lo separan del norte y a embarcarse en la arriesgada aventura de cruzar el Estrecho. Con un estilo cálido y próximo, este joven nos descubre los maravillosos secretos del continente africano, pero también su extrema dureza.
EL COLOR DE LA ARENA. A Abdulá le gusta que le cuenten historias, leer y jugar. Pero lo que más le gusta es hacer dibujos en la arena. Desde su mirada inocente, este niño narra el drama de su pueblo, sin apenas darse cuenta de ello. Es la tragedia de todos aquellos que se ven forzados a vivir en campos de refugiados.
EL BESO DEL SAHARA. Hay besos con una magia capaz de transformar por completo la existencia de aquellas personas que los reciben. Durante su visita a un campamento saharaui, Marta recibe el beso de Nadira, una chica refugiada, y a partir de ese momento sus vidas se intercambian. El sueño y la realidad se confunden en esta historia como la vida
MI ABUELA ES AFRICANA. Eric es un niño de diez años que vive en Alemania. El y su madre han nacido allí, pero su padre es africano y Eric a veces se siente rechazado por el color de su piel. Cuando por fin, acompañado de su amigo blanco Flo, viaje a Ghana a conocer a su abuela, ambos descubrirán un mundo fascinante: el pequeño pueblo natal de su familia, la selva, el mercado… Los dos amigos también mostrarán interés por Aba, una atractiva prima de Eric y hablarán con Augustin,que ha residido en Alemania durante un año. Pero, sobre todo,aprenderán otra nueva forma de ver las cosas a través de la gente que vive allí.
A LA SOMBRA DE LOS ANACARDOS. Tiene flores verdes, a veces amarillas, y unas frutas rojas que se comen. Siempre le pregunto cuándo me voy a curar, para no ir más al hospital. Las hojas, que mece el viento, parecen decir: ¡Pronto…, pronto…! En este álbum se aborda el grave problema del sida en Guinea Bissau, que afecta a un alto porcentaje de la población infantil. Este país africano es uno de los que registra mayor subdesarrollo de todo el mundo. Por este motivo, enfermedades infecciosas o de transmisión sexual quedan sin tratar, lo que provoca que se agraven y lleguen a producir la muerte. La mortalidad infantil, causada por esta desatención en salud, es muy elevada en el país: de cada mil nacidos vivos, 105 bebés mueren antes de cumplir un año. No obstante, en A la sombra de los anacardos, hay lugar para la esperanza.
Podéis encontrar más libros en la sección de TOLERANCIA E INTERCULTURALIDAD.