CLÁSICOS DIFERENTES ¿POR QUÉ?

Anonadada me quedé al escuchar que mis hij@s, de diferentes edades, pero pequeños, me contaban los mismos cuentos de siempre: Caperucita Roja, Blancanieves, Los Tres Cerditos,….; los clásicos de toda la vida, que ya mi abuela me los contaba a mi y mi madre conmigo intentaba cambiarlos.

En una «lucha» constante de explicar que hay otros modelos, que lo de siempre puede ser no tan bueno; que los de siempre están llenos de estigmatizaciones, prejuicios, etiquetas sociales; decidimos que nuestr@s peques tenían que escuchar otros cuentos. Así que teníamos que intentar cambiar no solo los finales sino también el contenido; ¿por qué los lobos siempre son malos?, ¿por qué las princesas siempre esperan a los príncipes?, ¿por qué el leñador corta la tripa del lobo para sacar a los cabritillos?, ¿por qué cuando se besa a un sapo aparece un príncipe?, ¿por qué los príncipes tienen que ser valientes y guerreros? ¿por qué, por qué, por qué?. Y en esa necesidad de educarles a través de la lectura; nos vimos obligadas a buscar literatura alternativa, los mismos cuentos pero de distinta manera; así encontramos que existan CUENTOS CLÁSICOS DIFERENTES.

BLANCANIEVES Y LOS SIETE GIGANTONES. Había una vez una niña, con los ojos rasgados y de color caramelo, su piel como chocolate y muy crespo su pelo a quien su mamá puso de nombre Blanca Nieve, que murió atragantada ¿con un trozo de sandía?

CENICIENTO. Había una vez un joven al que todo el mundo llamaba Ceniciento porque siempre estaba sucio y polvoriento. Pero es que limpiaba chimeneas, cocinaba, lavaba la ropa, barría, fregaba toda la losa, cosía planchaba, sabía de pintura , arreglaba tuberías y sacaba la basura, pero, además, ayudaba a la gente.

EL ABOMINABLE LOBO BUENO. ¿Y si el lobo no fuera tan malo como se dice? En formato de tiras de cómic y con un lenguaje fresco y atrevido, BenLebègue revisa, reescribe y actualiza seis cuentos populares que tienen por protagonista al lobo para intentar restablecer la verdad sobre este personaje tan desprestigiado en nuestros cuentos.

EL PATITO BELLO. Feo no, bello: porque directamente, mamá pata, que paseaba cerca del río, vio un huevo grande y dijo “Esto no es mío. ¿Lo debería adoptar?” Pero lo pensó mejor, pues ya tenía diez preciosos patitos. Uno de ellos muy muy guapo…

CUENTITIS. Ni Caperucita, ni Pinocho, ni el lobo feroz, ni el dragón, ni príncipes… ningún personaje clásico de cuentos queda libre del humor hilarante de Rafael Ordóñez y Moni Pérez. Un humor desbordante adecuado para todas las edades.